Modigliani

A dos metros de distancia se colocó Amadeo Modigliani para ver la totalidad de su cuadro, otro más de sus 'desnudos'. Sabía que sus bohemios compañeros lo habrían hecho mejor, pero el resultado final le encantaba. Con otros colores, otra técnica o tamaño de lienzo, no se habría transformado en ese gesto de gran belleza, que en, ese instante de soledad, sólo él era capaz de comprender. Ahora únicamente le quedaba admirar su nueva obra, esperando que la siguiente la superase.